LLega un tontito a la
LLega un tontito a la tienda y pregunta:
¿Vende cigarros sueltos?
No, responde el tendero.
El tontito regresa unos dias después y pregunta de nuevo:
¿Vende cigarros sueltos?
No, pero pronto voy a vender.
¡Ah, que bueno!, responde el tontito y se va.
Regresa una semana después:
¿Ya tiene cigarros sueltos?
Sí, ¿cuántos quieres?
Veinte.