Una seora, un poco pasada
Una señora, un poco pasada de peso, estaba sentada en el inodoro y al querer levantarse se da cuenta que se había atorado en él. Entonces le grita a su marido:
Cariño, llámale al fontanero para que me saque de aquí. ¡Me atoré!
Al ver la situación, el tipo le dice a su mujer:
Está bien, pero ponte mi sombrero de charro entre las piernas para taparte y que el fontanero no te vea.
Al llegar el fontanero y ver tan singular escena comenta:
Mire, señora, a usted la puedo desatorar en dos horas, pero el charro que está abajo ya se fregó.